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domingo, 11 de enero de 2009

Tolerancia y multiculturalidad (4ª parte)

Sin perder de vista estas bases ideológicas de la tolerancia islámica medieval, hay que plantearse, a continuación la realidad socio-política, el día a día o los casos concretos de convivencia y coexistencia de los musulmanes con cristianos y judíos. Esta realidad, al referirse a sociedades del pasado, es muy difícil de conocer porque los detalles de la vida de la gente corriente, de la convivencia en los zocos, en la calle, de gentes de las tres confesiones, se nos escapan.


Por otro lado, hay que tener en cuenta, cuando hablamos de musulmanes, judíos y cristianos en el mundo árabo-islámico que tendemos a tener una visión esencialista, es decir, de identidades fijas, cerradas, dadas, sin tener presente que eran muy distintos –por poner un ejemplo- los cristianos que vivían en el campo que los que vivían en la capital (Córdoba), los pobres frente a los obispos, cadíes y altos cargos palaciegos; los del siglo VIII y los del X. Los de origen andalusí y los de fuera de al-Andalus –comerciantes, esclavos, mercenarios-. En muchas ocasiones, en las alianzas políticas o militares, no primaban motivos religiosos sino de otra índole, por lo que la historia de las relaciones íslamo-cristianas es mucho más rica y, por consiguiente, difícil de aprehender, que las bases ideológicas sobre las que se asientan las normas religiosas y sociales, tanto del mundo musulmán como del cristiano. Por consiguiente, la práctica de la tolerancia medieval hay que situarla en un tiempo y en un lugar determinados.



Dicha tolerancia, concebida como “mal menor” combina, visto con nuestros ojos, hitos de convivencia pacífica y fructífera con momentos represivos. Esos hitos de convivencia pacífica se reflejan, sobre todo, en los contactos e influencias científicas y culturales entre los distintos grupos confesionales. La corte de Bagdad bajo los califas abbasíes en el s. IX, Córdoba bajo los omeyas en el X o la India en el siglo XVI bajo el mongol Mahmud de Gazna son ejemplos de relaciones fructíferas entre musulmanes, cristianos y judíos. Por otro lado, también sabemos de la puesta en práctica en algunos momentos históricos de medidas represivas contra las minorías cristiana y judía.


Aunque los ejemplos de convivencia son muchos a lo largo del mundo árabo-islámico medieval es al-Andalus, la Península Ibérica en época islámica, la que es considerada el mayor y más perfecto ejemplo de la tolerancia musulmana y donde la tolerancia como mito ha alcanzado sus cotas más elevadas. Se habla del pluralismo del “milagro andalusí”, ¿A qué se debe esta idealización de al-Andalus? Y, dentro del mundo árabo-islámico, ¿Es al-Andalus un caso único, especial?¿Hasta qué punto y por qué?





Pienso que la idealización se debe a dos factores: la cercanía a nosotros y a Europa en general y, sobre todo, el que luego fuera recuperada por el cristianismo y ocurriera algo similar por un tiempo en el lado cristiano. Es decir, durante siglos se interrelacionaron un estado (o estados) islámicos, que tenían bajo su égida minorías de cristianos y judíos, con estados cristianos entre cuyos súbditos se encontraban, según avanzaba la reconquista, minorías de musulmanes y judíos. Esa historia en espejo hace única a la Península Ibérica respecto a otros lugares del islam, si exceptuamos, en cierto modo, a Sicilia.

Al tema concreto de Al-Andalus y su modelo de tolerancia dedicaremos la siguiente entrada.

Imágenes: 1-Esenciero. Al-Andalus. Época de Taifas (s. XI); 2-Imagen del "Comentario al Apocalipsis de San Juan" del Beato de Liébana (Asturias, s. VIII); 3- Mahmud de Gazna; 4-Al-Andalus en época emiral (s. IX); 4-Catedral de Monreale (Sicilia)

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